Los fetiches sexuales son mucho más comunes de lo que puede parecer, y sirven para estimular nuestra vida sexual, permitiéndonos disfrutar al máximo y aportar un valor añadido a la sexualidad.
El problema es que para muchas personas la sexualidad es un tema tabú, con el que se sienten incómodas, lo que hace que no les guste hablar de los fetiches.
Pero lo cierto es que los fetiches eróticos son bienvenidos, ayudándonos a conocer nuestros límites y disfrutar del sexo de un modo distinto al más habitual y al que todos conocemos.
¿Qué vas a encontrar en este post?
¿Qué son los fetiches sexuales?
Todos sabemos que en el sexo hay prácticas que gustan más que otras, ¿verdad? Pues bien, hablamos de fetiche sexual cuando sentimos una gran excitación por una práctica concreta, y la lista de fetiches es mucho más extensa de lo que crees.
Pero tienen una particularidad, y es que los fetiches sexuales consisten en la excitación provocada por una parte del cuerpo no erógena, de ahí que para mucha gente sean un tema tabú.
Uno de los ejemplos de fetiches sexuales más comunes son los pies, y es que hay mucha gente a los que los pies les ponen a mil revoluciones. Otros fetiches puede ser la excitación por la ropa interior, o por el dolor.
Es cierto que en un primer momento puede resultar algo extraños, y esta es la principal razón por la que los fetiches eróticos son tan excitantes.
¿Cuál es la diferencia entre fetiche sexual y parafilia?
Mucha gente confunde el fetiche erótico con la filia o parafilia, y aunque en un primer momento pueden parecer similares, lo cierto es que son muy diferentes.
Y es que la parafilia es cuando una persona tiene necesidad por un fetiche para excitarse y disfrutar del sexo. Si una persona necesita lamer el pie de su pareja para excitarse, entonces estaríamos hablando de parafilia.
Los tipos de fetiche sexual más habituales y que más gustan a nuestras masajistas
Fetiches hay muchos, cada uno muy diferente entre sí, y a continuación vamos a repasar los tipos de fetiche sexual más habituales y que más gustan a nuestras masajistas eróticas en Madrid.
Juego de roles
El juego de roles y el BDSM es uno de los fetiches eróticos que más gustan, y es que pocas personas podrán resistirse a esta práctica sexual, que permite disfrutar del sexo de un modo diferente.
Ya sea dominar o sentirse dominado siempre es un placer, y quien diga que no es porque no lo ha probado. Eso sí, para disfrutar al máximo de este fetiche es fundamental liberarse de los tabúes, no tener nada de vergüenza y meterse de lleno en el papel.
Masaje con final feliz
El masaje con final feliz es uno de los fetiches más excitantes, y si todavía no lo has probado, no sabemos a qué estás esperando.
Apto para hombres y mujeres, son muchas las personas amantes e incluso adictas a los masajes con final feliz, y la verdad es que no nos extraña, y es que es una de las prácticas más sensuales y provocativas, además de placenteras y reconfortantes.
Lamer los pies
Uno de los tipos de fetiches sexuales más conocidos y populares es lamer los pies, que es mucho más excitante de lo que parece. Y también que te los laman.
Y es que los pies es una de las partes del cuerpo con mayores terminaciones nerviosas, y si alguien con experiencia te lame los pies, puedes llegar a vivir sensaciones muy excitantes y placenteras totalmente desconocidas e inimaginables.
Cabello
Otro fetiche sexual es el cabello, ya sea olerlo, tocarlo o incluso peinarlo. Aunque es un fetiche más desconocido, es muy común especialmente entre los hombres, lo que ocurre es que como hemos comentado, en la mayoría de casos es un tema tabú, que parece que nadie practique.
Zapatos
Otro de los fetiches más populares es la excitación por los zapatos, especialmente por los tacones de mujer. Es mucho más habitual de lo que parece, y son muchos los hombres que necesitan que la mujer lleve unos tacones para excitarse y mantener relaciones sexuales.
Disfraces eróticos
Y por último terminamos con uno de los fetiches sexuales más populares, los disfraces eróticos. Y es que disfrazarse, además de ser un fetiche, es una práctica muy excitante, que permite escapar de la rutina y disfrutar de la sexualidad de un modo diferente.